Ruta de la Huella Indiana: el legado indiano en Ribadedeva
El emigración hacia América dejó una importante huella en toda la costa cantábrica en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Muchos pueblos y villas disponen de una huella indiana en su población; en el caso de Ribadedeva esa huella está mucho más marcada, quizás, que en cualquier otra parte.
En la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX se produjo un importante éxodo de personas residentes en las regiones cantábricas hacia América, buscando un futuro mejor. Muchas poblaciones cuentan, en la actualidad, con una huella indiana en construcciones y edificaciones, pero en el caso de Ribadedeva esa huella está mucho más marcada que en otros lugares de similar tamaño; el patrimonio arquitectónico e histórico indiano en Ribadedeva es especialmente destacable.
…es en la capital ribadedense donde en un espacio limitado se concentra la mayor cantidad de «rastros» indianos…
Tampoco se debe obviar que aquella atmósfera indiana sale de la capital de Colombres, donde la concentración de historia indiana es elevada, para alcanzar a otras poblaciones del municipio de Ribadedeva como son Noriega, Villanueva de Colombres, o Bustio; pero es en la capital ribadedense donde en un espacio limitado se concentra la mayor cantidad de «rastros» indianos.
El municipio de Ribadedeva pertenece a la Red de Municipios Indianos del Cantábrico, y en una reunión de aquella asociación en Diciembre de 2016 se tomó la decisión de catalogar los edificios más representativos de la arquitectura indiana presente en las poblaciones asociadas. En Ribadedeva el trabajo estaba hecho, incluyendo finalmente en su catalogación a edificaciones existentes en las poblaciones de Colombres, Bustio, Villanueva, y Noriega.
María Cruz Morales aportó su investigación al catálogo confeccionado para el Ayuntamiento ribadedense.
Y así nació un folleto llamado «La Huella Indiana de Ribadedeva» creado por María Cruz Morales, profesora de la Universidad de Oviedo, que aportó su investigación al catálogo confeccionado para el Ayuntamiento ribadedense.
En la actualidad, existe una ruta llamada «La Ruta de la Huella Indiana» autoguiada por las mencionadas poblaciones de Colombres, Bustio, Villanueva y Noriega, lugares donde se puede admirar lo más destacado de la arquitectura indiana en Ribadedeva, algo que es sinónimo de cultura, de conocimiento, y de revivir una parte importante de la historia de Ribadedeva trasladada a América.
La Ruta de la Huella Indiana se inicia en La Quinta Guadalupe…
La ruta, ideal para los turistas que pasan unos días por la zona, se encuentra perfectamente señalizada con indicadores, carteles alusivos, y una breve descripción de cada edificio, y se inicia en el edificio de carácter indiano que más destaca, que no es otro que La Quinta Guadalupe, edificio sede de la Fundación Archivo de Indianos y del Museo de la Emigración. El palacio construido en 1906 por encargo de Íñigo Noriega Laso.
En segundo lugar, la ruta nos lleva a un edificio anexo a la finca de La Quinta Guadalupe conocido como La Casona, de Íñigo Noriega Mendoza, que data del año 1877 y se considera la edificación más antigua del conjunto indiano. En tercer lugar, se visita un edificio público con mucha historia, el Ayuntamiento de Ribadedeva, cuya construcción finalizó en el año 1901. Visitar el edificio consistorial conlleva, necesariamente, conocer la plaza ovalada que le rodea, y que está coronada en su centro por la estatua en honor al insigne Manuel Ibáñez Posada, I Conde de Ribadedeva.
La Casa Roja, del barrio de El Redondo, es una edificación encargada para su construcción por Eduardo Sánchez Escalante.
En cuarto lugar la ruta se dirige Villa Teresa, conocida popularmente como La Casa Roja, ya en el barrio de El Redondo, edificación encargada para su construcción por Eduardo Sánchez Escalante. Es una casona que destaca mucho por su llamativo color rojo, estando rodeada por una finca de gran tamaño. En esta edificación se rodaron capítulos de una conocida serie de Radio Televisión Española.
En quinto lugar, y también en el mismo barrio de El Redondo, la ruta visita la conocida Casa de Piedra, una edificación altamente llamativa, encargada en la década de 1920 por Ana Sánchez Escalante, y que se distingue totalmente de cualquier otra edificación indiana de la zona. Un edificio muy singular que, actualmente, es la sede de la Casa de Cultura del municipio de Ribadedeva, encontrándose allí también la biblioteca municipal.
La Casona de Las Raucas fue encargada para su construcción en 1888 al arquitecto francés Eduard Brudard.
Dentro del recorrido, y en sexto lugar, se encuentra otra edificación singular y diferente al resto, en este caso por su estilo francés: La Casona de Las Raucas, encargada para su construcción en 1888 al arquitecto francés Eduard Brudard por parte de Manuel Ibáñez Posada.
Debemos seguir dentro de la singularidad, porque la séptima edificación de la Ruta de la Huella Indiana es la conocida como Casa de los Leones, que está fechada en 1897 y destaca sobremanera su exótica cúpula de zinc. En octavo lugar se encuentra la casona que en la década de 1920 mandó construir Ulpiano Cuervo Sola, que es conocida como La Solana. En la actualidad la edificación está destinada al uso turístico.
Las Casas Gemelas se diferencian de otras construcciones de origen indiano porque apenas disponen de la habitual ornamentación.
En noveno lugar, podemos encontrar las conocidas como «Casas Gemelas» encargadas por Florencio Noriega a finales del siglo XIX, que se encuentran justo encima de la Iglesia de Santa María de Colombres. Son dos casas simétricas construidas en el mismo espacio. Esta construcción se diferencia de otras construcciones de origen indiano porque apenas disponen de la habitual ornamentación; una construcción muy sobria de líneas rectas, que sólo destaca por las dos buhardillas que sobresalen en el alero.
La ruta llega a la décima construcción, que no es otra que la popular Villa Vicenta, o Casona de El Cantu. El caso de esta obra es peculiar, porque fue construida por el maestro de obras Manuel Posada Noriega por encargo de un indiano. Al terminar la obra resultó que el indiano no tenía dinero para liquidar el coste de aquella majestuosa casa, así que Manuel Posada tuvo que quedarse con la propiedad. En la actualidad la edificación es la sede de un albergue juvenil.
A finales del siglo XIX Manuel Ibáñez Posada promovió la remodelación de la Iglesia de Santa María de Colombres.
La undécima construcción de la Ruta de la Huella Indiana no es una morada, sino el templo parroquial de Colombres; la Iglesia Santa María de Colombres. A finales del siglo XIX, Manuel Ibáñez Posada promovió su remodelación contratando al arquitecto Darío de Regollos Molenillo.
El duodécimo lugar de la ruta está ocupado por La Quinta Buenavista, una casona indiana situada en la carretera que va a la Residencia de Ancianos y al cuartel de la Guardia Civil. Fue construida en 1899 por Manuel Posada Noriega bajo encargo de Luis Caso Rodríguez, emigrante a Cuba, y que a su vuelta a Colombres ocupo el cargo de alcalde del consistorio.
En Bustio se encuentra la decimotercera casona de la Ruta de la Huella Indiana: Villa Delfina.
Después de visitar las primeras doce viviendas, se abandona la capital de Ribadedeva, Colombres, para ir camino de la población pesquera de Bustio. Allí se encuentra la decimotercera casona de la Ruta de la Huella Indiana: Villa Delfina. Un emigrante a Puerto Rico llamado José Egüen Otazabal encargó la construcción en 1921 de Villa Delfina, obra terminada en el año 1925.
Para llegar a la decimocuarta construcción del ruta debemos salir de Bustio en dirección a Villanueva de Colombres; allí se encuentra La Quinta de Villanueva, otra vivienda construida por el maestro de obras Manuel Posada Noriega. El encargo fue realizado por Cándida y Joaquín Ibáñez, que hicieron fortuna en Chile. Actualmente la casona está ocupada por el Hotel Quinta de Villanueva.
La Palmera fue construida en la década de 1910 y también se atribuye su construcción a Manuel Posada Noriega.
La última construcción de la ruta, la decimoquinta, está situada cerca de Villanueva de Colombres, en la población ribadedense de Noriega. Es una casona indiana conocida bajo el nombre de «La Palmera». Construida en la década de 1910, la construcción también se atribuye a Manuel Posada Noriega.
En la ruta oficial se echan de menos algunas casas importantes como, por ejemplo, la Mansión del Abuelo, que es una de las casonas indianas más antiguas de Colombres, Villa Manuela, o la Casa de las Palmeras, una vivienda altamente llamativa ésta última. No obstante, la Ruta de la Huella Indiana es realmente interesante de cara a los turistas y visitantes al municipio de Ribadedeva, y ver cada una de aquellas edificaciones genera una atmósfera que nos trasladará a aquellos años dorados de la emigración hacia América.