Adoptando a un carbayón en la Villa de Colombres
Nacido en Oviedo, residente en el País Vasco, y con orígenes en el Oriente de Asturias, llegué a la Villa de Colombres en el 2016 buscando la tranquilidad y el hermoso paisaje de una localidad que tiene mucho que ofrecer… un carbayón en tierras ribadedenses.
Nací en Oviedo, capital del Principado de Asturias, y en la Vetusta ciudad de Clarín viví, nada más y nada menos, que 31 años, compaginados con mis estancias veraniegas y de fin de semana en el Oriente de Asturias; mis orígenes paternos y maternos están en el «levante asturiano». Estudié mis primeros años en Oviedo, y también trabajé 11 años en la capital del Principado; los estudios superiores de formación profesional primero, y universitarios después, los cursé en el País Vasco, la tierra de oportunidades que me permitió evolucionar profesionalmente… el lugar donde llevo 16 años viviendo, casado con una bilbaína, y con mi hijo nacido en Álava.
En la juventud vine varias veces a esta Villa… a la concentración de motos, a las fiestas de verano…
En Ribadedeva no cuento con ninguna relación familiar, sí algunas personas conocidas, y poco más. Pero en la juventud vine varias veces a esta Villa… a la concentración de motos, a las fiestas de verano… y siempre me gustó la Villa en todos sus aspectos: belleza, historia, tranquilidad, buen ambiente, perfecta localización geográfica. Y aquí llegué, en el año 2016, para adquirir mi segundo hogar.
Soy de esos que pierden el acento rápido, pasé en muy poco tiempo de un acento asturiano de zona central, labrado durante 31 años, a un acento extraño… de allá para los de aquí, y de aquí para los de allá. Aquí me dicen que tengo acento del País Vasco, y allá me dicen que tengo acento de la zona de Galicia o Asturias… hay gente que termina por tirar más hacia poniente cuando intenta reconocer de donde vengo por mi entonación. Podría decir que por acento, «soy un híbrido de ninguna parte».
Soy de los del Rey Pelayo, y debo mostrar esos galones asturianos de los que estoy muy orgulloso.
Por tierras ribadedenses, con el paso del tiempo, voy conociendo a gente, y cuando eres «foráneo», de esos que solo aparecen por la Villa en fines de semana o en periodos estivales (voy a Colombres todo el año, no hay mes que falte), siempre llega la pregunta… ¿de dónde vienes? Evidentemente tengo que decir que del País Vasco, de la capital, de Vitoria-Gasteiz, pero rápidamente aclaro que nací y viví muchos años en Oviedo… soy de los del Rey Pelayo, y no puedo evitar mostrar esos galones asturianos de los que estoy muy orgulloso… no debo obviar que por residencia soy gringo… pero no tan gringo…
Estoy muy orgulloso de haber nacido en Oviedo, y de ser asturiano, así como estoy muy contento de vivir en el País Vasco, y feliz en la ciudad de Vitoria-Gasteiz donde resido… ciudad verde y de gran tranquilidad para el tamaño que tiene. Pero… ¿qué pasa con Ribadedeva? Pues feliz, maravillado con la historia que ofrece, con la arquitectura indiana que regala a la vista, con su singularidad que le distingue de otras localidades, y con su gran mezcla cultural de aquí y de allá.
Singular es la Casa de Piedra, una edificación que me encanta, y en mis paseos por la Villa nunca la dejo de visitar…
Singular es La Casa de los Leones cuando, al mismo tiempo, y en la misma calle, se pueden admirar una serie de viviendas que tienen el claro estilo de la edificación clásica cántabra. Singular es La Casa de Piedra, una edificación que me encanta, y en mis paseos por la Villa nunca dejo de visitar. Singular es la ovalada Plaza Manuel Ibáñez y Posada, con el también singular edificio del Ayuntamiento. La espectacularidad de La Quinta Guadalupe, y los paseos por los jardines del Archivo de Indianos, que son el remanso de paz y tranquilidad donde mi hijo dormía la siesta en su silla sin inquietud alguna, a la sombra de los frondosos árboles de la finca en días estivales de sol y gran calor.
No solo me debo resumir a los edificios históricos, sino también a las edificaciones modernas… las urbanizaciones, las casas y sus fincas, todo lo que se va construyendo… me gusta dar una vuelta por la Villa para admirar todo aquello. En general, me gusta dar una vuelta por Colombres, ver lo que ha cambiado, y lo que está cambiando.
Considero importante participar en la economía local de la zona…
También soy de los que participa del comercio local, y de la hostelería de la zona, lo que no se puede encontrar en Colombres, puede estar en Bustio o Unquera; considero importante participar en la economía local de la zona en lo que refiere a las necesidades de mi segundo hogar. Hay que participar en el objetivo de que la zona sea lo más próspera posible.
Un carbayón, afincado en el País Vasco, que busca la adopción por parte de la Villa de Colombres. Mi admiración por el municipio donde tengo mi segundo hogar es lo suficientemente importante como para decidir, en su momento, que mi hijo fuera bautizado en la Iglesia de Santa María de Colombres, algo que sucedió en el año 2018.