Un día en la Feria de Indianos de la Villa de Colombres
El pasado día 13 de Julio de 2019 estuve pasando el día en la Feria de Indianos de la Villa de Colombres, y aquí dejo un relato de lo vivido en esas horas.
El 13 de Julio de 2019 estuve, por primera vez, en la Feria de Indianos. En realidad no fue la primera vez, ya había estado en años anteriores, pero con poco tiempo y más bien de pasada. Desde que compré mi segunda vivienda en Colombres en el año 2016 tenía pendiente asistir un día a la Feria de Indianos y, por fin, este año de 2019 fue posible. Y aquí dejo mi relato.
A las 11 de la mañana me di una vuelta por la Plaza para ver el ambiente que se cocía.
Mi jornada empezó bien temprano, a eso de las 11 de la mañana, momento en el que fui a hacer la compra, algunas cosas en el MiniMas, y algunas otras en la tienda de Asun —El Estanco de Colombres—. Y aprovechando aquello, me di una vuelta por la Plaza para ver el ambiente que se cocía.
Lo primero que me sorprendió es que a esa hora tan temprana, y aunque el horario oficial de apertura de los puestos era las 12 del mediodía, ya estaba lleno de gente mirando aquellos puestos. Y otros negocios, como La Barata, tenían llena de gente su terraza.
Para mucho antes de las siete de la tarde el pueblo entero estaba lleno de coches.
Posteriormente no volví a la zona de festejo hasta las siete de la tarde, y para aquella hora ya estaba el ambiente más que establecido. Para mucho antes de las siete de la tarde el pueblo entero estaba lleno de coches que aprovechaban cualquier resquicio para aparcar. Entonces dimos una pequeña vuelta por los puestos, y saludos de aquí para allá a toda la gente conocida.
Otro detalle bonito del evento fue que, a la entrada de la Villa de Colombres por el oeste, la carretera que viene de El Peral, estaba un puesto de bienvenida al visitante flanqueado por dos vehículos clásicos, uno en cada arcén de la carretera de entrada. Una buena —y hermosa— bienvenida.
Debo comentar que en la Feria del año 2019 el país homenajeado fue Perú. Y a la derecha del Ayuntamiento estaba apostada una caravana de venta ambulante de comida típica peruana. Después había un montón de personas con trajes típicos de su lugar de origen y, sobre todo, personas de la Villa de Colombres con los ya habituales atuendos de las familias Indianas de finales del siglo XIX y principios del XX. Y había gente que iba realmente elegante con aquella ropa. Es importante destacar que la gente de la Villa se vuelca no solo en la participación, sino también en la organización del evento durante todo el fin de semana.
En ese momento ya había espectáculos culturales en el escenario, con música típica de diferentes zonas de Latinoamérica, y los negocios de mayor éxito eran los de comida. Y aquí llegó una parte importante del éxito de la jornada… el lugar por donde es más fácil conquistar a los visitantes… por el estómago. Puestos de costillas, tortos, picadillo, y huevos, panes del estilo a una pizza, muchos postres variados… todo ello relacionado con la cocina local de la zona oriental de Asturias en combinación con puestos de productos alimenticios típicos de América. Y como no podía faltar, el bar ambulante donde comprar el líquido con el que regar todo aquello… que no era poco.
También había un puesto de tequilas que tuvo mucho éxito durante toda la tarde, llegando a contar con una larga cola de clientes.
Así transcurrió la tarde, comiendo, viendo puestos, charlando con la gente, escuchando los espectáculos. Pero a eso de las nueve de la noche comenzó a llover un poco, y aquello se tornó más intenso… nos tuvimos que refugiar debajo de los arcos del Ayuntamiento. Quizás pudo deslucir la lluvia, pero el ambiente tampoco decayó, había mucha gente allí con o sin lluvia.
Con alguna parada en la lluvia, y alguna vuelta del orbayu, estuvimos rematando el día tomando algo en la terraza de La Barata, hasta que cercana ya la una de la madrugada nos fuimos a casa… tan solo a un par de centenares de metros a recorrer desde la zona festiva. Para aquella hora la lluvia ya había abandonado a la Villa Indiana.
La unión de lo asturiano del Oriente junto con toda la cultura que proviene de Latinoamérica es el detalle más importante de una Feria de Indianos digna de ser visitada.